En nuestras costas, los cefalópodos desempeñan un papel clave tanto en el ecosistema marino como en la gastronomía. En este artículo te invitamos a conocer las especies más representativas, cómo se pescan de forma sostenible y cómo disfrutar de su sabor único en la cocina.
Conoce a los protagonistas del mar
El calamar: Un cefalópodo alargado y muy ágil en el agua. Muy versátil en la gastronomía, se emplea en recetas como calamares a la parrilla o rellenos. Habita en aguas abiertas y se alimenta de pequeños peces y crustáceos.
La jibia: Muy reconocida por su forma ovalada y su capacidad de camuflaje. Su tinta es un ingrediente muy valorado en la cocina. Prefiere zonas cercanas al fondo marino, donde caza pequeños invertebrados.
La pota: Similar al calamar, pero de mayor tamaño y con una textura más firme. Empleada con frecuencia en guisos y frituras. Habita en aguas profundas y abiertas, desplazándose en grupos para buscar alimento.
El chopito: Es pequeño y tierno, ideal para freír y servir como tapa. Suele encontrarse en zonas costeras, donde se alimenta de pequeños organismos en el lecho marino.
El pulpo: Un maestro de la inteligencia y el camuflaje, capaz de abrir conchas y resolver problemas complejos. Muy apreciado en la gastronomía, con platos como el pulpo a la gallega. Vive en fondos rocosos y cuevas marinas.

¿Cómo se pescan los cefalópodos?
Pesca de arrastre: Consiste en arrastrar una red por el fondo marino o en aguas intermedias para capturar diversas especies marinas.
Pesca con nasas: Utiliza trampas en forma de jaula, que se ceban y se colocan en el fondo marino para atraer a los pulpos.
Pesca de cerco: Implica rodear un banco de peces con una red que se cierra por la parte inferior, formando una especie de bolsa.
Pesca con poteras: Se emplean señuelos llamados poteras o jibioneras que imitan a pequeños peces o gambas para atraer a los cefalópodos.

Del mar a la mesa: recetas con cefalópodos
Cada especie de cefalópodo tiene su propia personalidad en la cocina: desde la textura firme de la pota hasta la suavidad del pulpo, pasando por los sabores intensos de la jibia o la ligereza del calamar, cualidades que han dado lugar a recetas emblemáticas, con todo el sabor del mar, como estas:

Más allá de la técnica o el sabor, conocer lo que hay detrás de cada especie nos ayuda a valorarla como se merece.
Divulgar, pescar y cocinar con responsabilidad es parte del compromiso que asumimos con nuestro entorno marino. Y también con quienes lo disfrutan.